En una ocasión me preguntaron sobre si una mujer con diabetes Mellitus podía amamantar sin ninguna complicación a su bebé y debo confesar que no tenía suficiente información sobre éste particular, así q comenzé mi búsqueda y aquí les comparto uno de los mejores artículos que encontré...
Durante el posparto, se recomienda iniciar la lactancia
materna, manteniendo en este periodo una estrecha auto monitorización del
control glucémico debido a que en las pacientes con diabetes mellitus tipo 1,
los requerimientos de insulina descienden inmediatamente después del parto, por
lo que es preciso reducir la dosis diaria aproximadamente a un 50% de la que
venía siendo empleada en el tercer trimestre, para evitar las hipoglucemias y
luego irla aumentando progresivamente de acuerdo a los requerimientos .
Dentro de este marco de referencia, se hace necesario
señalar los beneficios de la Lactancia materna, los cuales consisten en la
inmediata salud y supervivencia del lactante además de ser el método de
alimentación infantil más seguro, saludable y menos costoso. Por tanto, resulta
absurdo y contradictorio someter a muchas familias al costo prohibitivo de los
sucedáneos de la leche materna. Para todas, el impacto de la compra de fórmulas
en el presupuesto familiar puede resultar agobiante e innecesario. El costo del uso de formulas lactas también representa un
alto impacto económico sobre los sistemas de salud.
De igual forma, la lactancia al seno materno es beneficiosa en mujeres con diabetes mellitus y debe recomendarse, aun cuando sea necesario continuar la administración de insulina en mujeres con diabetes mellitus tipo 2, si fuera el caso, pues se ha comunicado el paso de agentes hipoglucemiantes orales por la leche materna. Se debe recordar que la lactancia disminuye la glucemia materna, por lo que se han de adecuar las dosis de insulina, particularmente en la diabetes mellitus tipo 1. En ambos casos, deben aportarse las calorías, proteínas y micro-nutrientes que se requieran durante todo el período de la lactancia. Particularmente en la diabetes mellitus tipo 2, se ha descrito que durante la lactancia materna algunas madres presentan normoglucemia, lo cual ha sido interpretado como una remisión transitoria de su condición. Además algunas mujeres refieren sensación de bienestar durante la lactancia.
Las madres con diabetes mellitus, de igual forma pueden disfrutar de las mismas oportunidades que cualquier otra madre para dar pecho, salvo casos excepcionales. Cuando el hijo de una madre diabética evoluciona normalmente, no existe contraindicación alguna para la lactancia materna. El inicio pudiera resultar más difícil o retardado en estas madres, a consecuencia de la mayor frecuencia de cesáreas o del ingreso del recién nacido en unidades neonatales durante los primeros días para la vigilancia de complicaciones como hipoglucemia, hipocalcemia, hipomagnesemia, hiperbilirrubinemia, síndrome de dificultad respiratoria o malformaciones congénitas. No obstante, en algunos países desarrollados como Dinamarca se ha logrado una importante prevalencia de Lactancia Materna exitosa en mujeres con diabetes mellitus.
La diabetes mellitus constituye una de las alteraciones
metabólicas que más frecuentemente se asocia al embarazo afectando el
pronóstico de la madre y el de su futuro hijo.
Aproximadamente un 1% de todas
las embarazadas presentan diabetes mellitus antes de la gestación (diabetes
mellitus pregestacional: DPG) y hasta un 12%, dependiendo de la estrategia
diagnóstica empleada, presentará diabetes mellitus en el transcurso del
embarazo (diabetes mellitus gestacional: DG). La diabetes mellitus durante el
embarazo es un factor de riesgo, para el desarrollo de complicaciones en la
madre y en la descendencia, ameritando una excelente atención materna durante
el embarazo, parto y puerperio, así como del recién nacido.
De igual forma, la lactancia al seno materno es beneficiosa en mujeres con diabetes mellitus y debe recomendarse, aun cuando sea necesario continuar la administración de insulina en mujeres con diabetes mellitus tipo 2, si fuera el caso, pues se ha comunicado el paso de agentes hipoglucemiantes orales por la leche materna. Se debe recordar que la lactancia disminuye la glucemia materna, por lo que se han de adecuar las dosis de insulina, particularmente en la diabetes mellitus tipo 1. En ambos casos, deben aportarse las calorías, proteínas y micro-nutrientes que se requieran durante todo el período de la lactancia. Particularmente en la diabetes mellitus tipo 2, se ha descrito que durante la lactancia materna algunas madres presentan normoglucemia, lo cual ha sido interpretado como una remisión transitoria de su condición. Además algunas mujeres refieren sensación de bienestar durante la lactancia.
Las madres con diabetes mellitus, de igual forma pueden disfrutar de las mismas oportunidades que cualquier otra madre para dar pecho, salvo casos excepcionales. Cuando el hijo de una madre diabética evoluciona normalmente, no existe contraindicación alguna para la lactancia materna. El inicio pudiera resultar más difícil o retardado en estas madres, a consecuencia de la mayor frecuencia de cesáreas o del ingreso del recién nacido en unidades neonatales durante los primeros días para la vigilancia de complicaciones como hipoglucemia, hipocalcemia, hipomagnesemia, hiperbilirrubinemia, síndrome de dificultad respiratoria o malformaciones congénitas. No obstante, en algunos países desarrollados como Dinamarca se ha logrado una importante prevalencia de Lactancia Materna exitosa en mujeres con diabetes mellitus.
Debe señalarse que la práctica de la lactancia materna en
circunstancias especiales como un nuevo embarazo, o como es el caso de la
diabetes mellitus no está suspendida e incluso en esta última condición puede
tener ventajas. En mujeres con Diabetes Gestacional se ha comprobado que mejora
la tolerancia a la glucosa y en mujeres con diabetes mellitus Tipo 1
(insulinodependientes) disminuye las necesidades de insulina (18). Si la
diabetes no está bien controlada puede haber algunas diferencias en la
composición de la leche (menor concentración de lactosa, mayor contenido en
nitrógeno y una menor producción de leche por niveles bajos de prolactina).
También puede existir mayor riesgo de mastitis y candidiasis en el pezón, para
evitar estos problemas se debe aconsejar un buen control de la diabetes
mellitus y el inicio precoz de la lactancia a libre demanda con la posición y
técnica correcta. Estas medidas también ayudan a evitar la hipoglucemia en el recién
nacido.
Debe señalarse además que si el niño está hospitalizado,
es necesario proporcionar a la madre apoyo y consejos sobre cómo iniciar y
mantener la lactancia natural hasta que la situación clínica del niño mejore y
la madre pueda alimentarlo al pecho. La succión del niño se puede sustituir por
masajes del pecho, ejercicios de frotamiento del pezón y dispositivos para la
extracción manual o eléctrica de leche. En este caso tienen gran importancia
los lactarios institucionales. Posteriormente, una forma de asegurar la
dotación de leche materna, a pesar del trabajo y actividades diarias de la
madre, es extraer la leche del pecho y dejarla conservada de forma natural en
un envase para tal fin o en el refrigerador
Un estudio realizado del Hospital de
Brigham y de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, encontraron
que las mujeres que alimentaron mediante lactancia materna durante más tiempo a
sus bebés, tienen un menor riesgo de desarrollar diabetes mellitus Tipo 2. Los
autores concluyen que la mayor duración de la lactancia se asoció con un menor
riesgo de Diabetes Mellitus Tipo 2 en dos grupos amplios de mujeres. Junto con
la evidencia clínica de una mejoría en el equilibrio de la glucosa en las
mujeres que amamantan a sus hijos, estos datos sugieren que la lactancia podría
reducir el riesgo de diabetes mellitus Tipo 2 en mujeres jóvenes y de mediana
edad.
Vía: portalesmedicos.com
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